Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

martes, 16 de agosto de 2011

Los sacerdotes católicos y los misterios de Dios.

Los misterios de Dios no se conocen, solamente, siendo sacerdote (Católico), aunque no hay garantía que esto suceda entre todos los sacerdotes, sino que, sin serlo, bien podríamos conocer los misterios de Dios. Lo que trato de decir es que no existen oficios eclesiásticos que nos garanticen que vamos a conocer los misterios de Dios. La única garantía, para comenzar, es la de tener un corazón contrito delante de Dios. Salmos 51:17 ".......Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios......." Esto quiere decir que, lo primero que tenemos que hacer para conocer los misterios de Dios, es arrepentirnos de todos los pecados que hayamos cometido hasta hoy y debemos tomar la resolución de no volver a cometerlos jamás. Esto nos dará una viva predisposición para caminar al lado de Dios y Él, conforme sienta nuestra sinceridad y nuestro deseo de hacer solamente el bien, empezará a abrirnos su corazón para entregarnos todos los misterios que podamos recibir. Después de estar a cuentas con Dios es importante escudriñar las escrituras para conocer más a Dios: Juan 5:39 ".......Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí......." Lucas 8:10 ".......Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan......." Tenemos una carrera por delante que bien vale la pena el correrla.


De vital importancia, para comprender a Dios y sentir su plenitud en nosotros, es que habite Cristo en nosotros, porque haciéndolo seremos como Él y tendremos la plena comunión con Dios y de ese modo comprenderemos todos sus misterios. No depende, entonces, de la investidura que los humanos nos puedan dar, sino de la que Dios nos da. En el Antiguo Pacto, los hombres accedían a Dios por medio de los sacerdotes y el sumo sacerdote era el único que entraba al lugar santísimo del templo, una vez al año, con la sangre de los corderos para expiar los pecados del pueblo de Dios, que antes fue. Pero Dios, por la hipocresía del pueblo judío, se hartó de las "ofrendas" y "sacrificios" que ofrecían los judíos para expiar sus pecados. Lo dice Isaías 1:13-15: ".......No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos......." Por esta razón Dios envió a su hijo Jesucristo para que sea nuestro sumo sacerdote para que, por medio de Él, podamos todos entrar a la presencia de Dios. Esta es la manera en que nos constituimos en sacerdotes en la presencia de Dios y somos reyes porque gobernamos nuestras vidas y gobernaremos este mundo, según la promesa en Apocalipsis 1:6: "....... y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén......." y Apocalipsis 5:10 ".......y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra......."


Lamentablemente, la Iglesia Católica ha tratado de interpretar la forma de comunicarse con Dios, como fue interpretado el sacerdocio Levítico en el Antiguo Pacto. Es por ello que instituye, sin respaldo bíblico, el sacerdocio y, con esto, excluye a todos los seres humanos como seres que puedan comunicarse libremente con Dios y claro, hace tabla rasa con lo que dicen las Escrituras al respecto y de otros temas delicados en el ejercicio de las funciones de sus "sacerdotes". Santiago 5:16 dice: ".......Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho......." Ellos dicen que debemos confesarnos con el sacerdote exclusivamente. Mateo 23:9 dice: ".......Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos......." La Iglesia Católica hace decirle "padre" a los sacerdotes. Marcos 9:42 dice: ".......Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar......." Los sacerdotes católicos, durante cientos de años, han hecho tropezar, sexualmente, a muchos niños en todo el mundo y lo peor de todo es que sale a flote el contubernio, universal, con  los poderes judiciales y ejecutivos de los gobiernos del mundo porque, virtualmente, no hay sacerdotes encarcelados por pederastas consumados, no, no los hay. Solo recuerdo a uno en Bolivia. Quizá haya otros, no me he profundizado en el tema. Los demás son "sancionados" cambiándoles su "servicio" a otros lugares diferentes de donde cometieron sus atrocidades y fechorías. Que el Señor los reprenda por su maldad.


1 Timoteo 4:2-4 ".......por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias......." Los sacerdotes católicos no comprenden los misterios de Dios porque, si los comprendieran, nunca hubieran prohibido el matrimonio de los que quieren servir, en su religión, como sacerdotes y tampoco hubieran prohibido comer carnes rojas, en los tiempos de "semana santa". Existen innumerables acápites en los que la Iglesia Católica yerra y no es menester el enumerarlos ahora porque solo estoy tratando la inconveniencia de ser sacerdote católico, específicamente, para conocer los misterios de Dios. No es posible que un grupúsculo, como los sacerdotes católicos, se arroguen para sí la potestad de ser los únicos que puedan recibir la revelación de los misterios de Dios. Ya todo ha sido revelado por Dios, pero para acceder a esa revelación, hay que alinearse con su voluntad, la cual se expresa en Cristo Jesús. Se nota, a leguas, que ellos no están, precisamente, alineados con la teología de Cristo y esto por todos los desatinos, en los que han incurrido, desde el año 600 en que nombraron a su primer Papa, Benedicto I.


Los misterios del reino de Dios están a la vista del que los quieran escudriñar, con el alma pura de alguien que se ha arrepentido de sus pecados y que vive en comunión con Dios y su hijo Jesucristo. Mateo 13:11 ".......El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado......." Marcos 4:11 ".......Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas......." Lucas 8:10 ".......Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan......." Muchos, de los que oían a Cristo, eran judíos dedicados a la Ley mosaica; escribas, saduceos y fariseos, y a pesar de la familiaridad que tenían con la Ley, no podían entender las profundidades del Espíritu que Jesús esgrimía. Tenían conocimiento, pero no sabiduría y no podían entender las profundidades de Dios que Cristo les traía; más bien, los de simple corazón, eran los que realmente le entendían y se beneficiaban y se benefician y nos beneficiamos hasta hoy. Tener dominio propio, contra los apetitos de la carne, es reinar sobre nuestro cuerpo y espíritu. Pedirle a Dios en oración, escuchar su consejo cumpliéndolo y ministrar a los demás la voluntad de Dios, nos constituye en sacerdotes. Los quiero mucho.......