Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Los dos espías.


Hubo un tiempo en el que Israel, que era el Pueblo de Dios, infundía temor y respeto; como lo declaró -de entre muchas personas-, la ramera Rahab, con ocasión de la llegada de los judíos a la conquista de Jericó; la cual escondió, en su casa, a los dos espías que habían ido a reconocer la tierra y a quienes dijo: “…….Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros…….” Josué 2:9. Muchísimas son las ocasiones en las que, el pueblo de Israel, infundía temor y respeto por causa de ser el pueblo escogido de Dios y de cumplir, al pie de la letra, todos sus mandamientos. Ese no es el caso hoy.
Hemos de reconocer, indudablemente, que Dios hizo numerosísimos milagros y prodigios alrededor del pueblo de Israel, tantos y tan grandiosos que, probablemente, sigan causando admiración hasta el fin del mundo. Lo triste es que, el pueblo de Israel, no supo corresponder a Dios de la misma manera; es decir, con fidelidad. Han pasado casi 2000 años desde que ya no tienen el antiguo sistema de adoración que tenían, como cuando existía el Templo de Salomón, con todo el mobiliario consagrado y precioso, tanto por su significado como por los materiales con que fue construido y en donde abundaban las piedras preciosas, el oro, la plata, el bronce, las maderas finas, pieles y telas labradas con esplendor y primor.
Junto con todas estas cosas y con la parafernalia de sus rituales, fueron totalmente destruidos el año 70 de nuestra era, tal y como lo profetizó Cristo Jesús; hasta quedar, el lugar en donde estaban, totalmente raso. Actualmente, en ese lugar y desde hace 1300 años, se encuentra la Mezquita de la Roca o Mezquita de Omar o Qubbat al-Sakhra junto a la mezquita Alaqsa alquds. Es el tercer lugar más sagrado de los 1300 millones de musulmanes del mundo; pero los judíos, que se constituyeron, oficialmente, en Jerusalén el año 1947; tiene la pretensión de reconstruir, destruyendo las Mezquitas, el tercer Templo de Salomón. No entiendo para qué, si ya Dios los desechó, por causa de haber matado al Mesías que les envió; Cristo. También porque, hasta hoy, no le reciben; aunque unos pocos, sí.
Israel está buscando el Arca del Pacto que hizo Jehová con los judíos. Ellos piensan que, encontrándola, volverá el esplendor de su gloria como cuando estaban, virtualmente, de la mano de Dios. No se dan cuenta, o mejor dicho, no quieren darse cuenta que, en Cristo Jesús, pueden tener, nuevamente, esa relación. Testimonio de ello lo ha dado la Iglesia de Cristo, desde el momento que el propio Jesucristo la formó. Hoy hay millones de personas que pueden testificar el verdadero significado de ser y sentirse, verdaderamente, Hijos de Dios. Tenemos una comunicación directa con Dios, en Cristo Jesús. No sé cómo harán ellos porque, según la Ley de Moisés, solo el sumo sacerdote puede comunicarse con Dios; una vez al año, en el lugar santísimo del Templo que ya no existe desde casi 2000 años.