Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

domingo, 19 de septiembre de 2010

“.......todos sois hijos de Dios.......”


Hay quienes dicen que “todos” somos hijos de Dios, sin considerar las implicancias de esta aseveración, porque las Escrituras dicen algo más completo en Gálatas 3:26 “.......pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.......” Entonces, no somos hijos de Dios, sino es por la fe en Cristo Jesús y esa es la implicancia que tenemos que considerar para que la aseveración sea completa.
Esto quiere decir que, si no tenemos fe en Cristo Jesús, no hay otra forma de ser hijo de Dios como creen los musulmanes, los judíos y todas las confesiones. Una vez que comprendemos la forma en que se descalifican las confesiones de los que se dicen ser “hijos de Dios”, automáticamente, también, se descalifica todo aquello que pretenden hacer en el nombre de dicho “dios”. No solamente la fe en Cristo Jesús, per se, es lo que nos califica como hijos de Dios, no; sino que, a dicha fe, hay que sazonarla con obras, como reza Santiago 2:20 “.......¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.......”
En este punto debemos reflexionar que, hay quienes se dicen ser hijos de Dios en Cristo, pero sus obras desdicen lo que pretenden ser. Lo peor de todo es que, también, se hacen llamar cristianos y le dan un flaco favor al cristianismo verdadero. Me refiero a los católicos, en especial, a su institución. Ellos han sido descubiertos, de manera generalizada, como pederastas y abusadores sexuales consuetudinarios. Es una gran pena y me causa mucha indignación, como a muchos. El problema principal es que, cuando un miembro del clero católico comete una falta de esta naturaleza, los transgresores son cubiertos por un manto de impunidad desde la misma institución. Una cosa muy diferente sería si el clero se rasgara las vestiduras y sancionara, ejemplarmente, a los transgresores.
Se han reportado casos en los que, miembros del clero, al ser descubiertos en su inmoralidad, fueron cambiados a otras parroquias por sus superiores y en estos otros lugares, también pecaron igual. Son dignos de total execramiento. Todos sabemos también que, en muchos paises, las autoridades seculares los apañan. Diluyen las denuncias; no les prestan la debida atención; largonean, en el tiempo, los atestados, los pierden, tergiversan los hechos, declaran ineptos a los denunciantes y usan argucias mil para escamotear la justicia.
El mundo aplaudiría si el fuero canónico expulsara a los que practican este tipo de aberraciones pero no, tras piedras, palos. No los expulsan, los promueven. Debiendo ser ellos, total y absolutamente, más lúcidos en sus tratamientos con este tipo de asuntos; vemos pasmados como, sistemáticamente, entran en contubernio con los transgresores. Menos mal que tenemos una ilustración que nos aclara el panorama en Romanos 1:32 “.......quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.......” Más claro, ni el agua.......